LEJOS DE LA ESTABILIDAD MACROECONÓMICA, SE ACELERA LA INFLACIÓN Y CAE LA RECAUDACIÓN
El Gobierno sigue sin poder mostrar datos ciertos de normalización de la macroeconomía. La recaudación cayó, la inflación se aceleró, el dólar está en alza, las tasas de interés oscilan de negativas a extraordinarias y el famoso superávit fiscal está construido sobre la contabilidad creativa.
Los dos datos conocidos esta semana sobre la evolución de la economía argentina, el informe oficial de recaudación y la estimación privada de inflación, transmitieron una señal de alarma sobre la capacidad del Gobierno de alcanzar una normalización de la macroeconomía, como viene sosteniendo pese a que los resultados no lo demuestran.
La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) informó sobre una caída de la recaudación en octubre en términos interanuales, del orden de los 3,3 puntos, lo que obligará al Gobierno a un esfuerzo mayor para sostener el superávit fiscal primario que hasta septiembre representó 1,3% del PIB.
En octubre además se volvió a acelerar la inflación y según el consenso de las consultoras económicas se ubicó en torno de 2,4%. La inflación mensual tocó un piso de 1,5% en mayo y desde entonces subió todos los meses y se espera que en noviembre solo por el efecto estadístico no baje del 2,4%. Esa combinación de caída de la recaudación con aceleración de la inflación genera preocupación en los analistas económicos y operadores financieros, que dudan sobre la capacidad del Gobierno de sostener el ajuste fiscal este año por la insistencia del Congreso en leyes que incrementan el gasto.
El resultado de las elecciones legislativas permitió al Gobierno mejorar su posición en ambas cámaras del Congreso y garantizar el veto de las leyes que incrementen el gasto pero todavía necesitará negociar con gobernadores para la aprobación del Presupuesto y reformas liberales, lo que pone presión sobre el gasto público.
El superávit fiscal primario que muestra el oficialismo como principal logro de la gestión no es una novedad en la economía argentina: desde 1993 hubo superávit fiscal primario en 18 años sobre 32 (es decir, en la mayoría de los años) y desde el 2003 al 2008 los valores fueron superiores al que alcanzó Milei en el primer año de gestión. Además, el superávit primario de 2024 se alcanzó en parte gracias a la renta de la propiedad que genera el Fondo de Garantía de Sustentabilidad que administra las acciones que pasaron a manos del Estado por la estatización de las AFJP y a los activos de los Fondos Fiduciarios, ambos demonizados por la administración de Javier Milei.
